Han pasado más de 2 años desde el inicio del Covid y sólo 6.000 empresas, de las 3,7 millones existentes en España, han recibido Fondos del Plan de Recuperación, los Next Generation, según datos del Ministerio de Economía.
¿Por qué solo el 0,2 del total de empresas de nuestro país se han beneficiado? Ese es el misterio.
Tres expertos que participaron en el encuentro coinciden en que, pese al interés suscitado, las carencias son notables.
Entre las principales debilidades, destaca la falta de consensos en torno a la ejecución del Plan.
Juan Pablo Riesgo, socio responsable de EY Insights, explica que en el periodo que va del 2021 al 2027, España podría recibir hasta cuatro veces más que en el periodo anterior.
De hecho, señala como datos que el año pasado se presupuestaron 24.000 millones, “y lo que se había ejecutado del programa anterior entre 2013 a 2021, a nivel de otros fondos europeos, eran 20.000 millones”. Por tanto, esto supone que todavía queda cantidad por ejecutar del periodo anterior.
“El problema es que la Administración ni es cuatro veces más grande ni cuatro veces más eficiente”, explica, por lo que “hay que trabajar de otra manera para poder absorber los Fondos Europeos”.
Por su parte, Nicolás González-Deleito, cree que aún estamos a tiempo para cambiar de modelo de gestión de estos Fondos Europeos Next Generation, puesto que “hay que saber gastar el dinero que nos llega”.
Del mismo modo opina Miguel Temboury, abogado del Estado en excedencia y ex subsecretario de Economía con Luis de Guindos, ahora al frente de su propio despacho, quien considera que debe haber un cambio en la gestión de los Fondos Europeos. “Que no se repartan los Fondos Europeos es el mayor fracaso que podemos tener como país”, subraya.
En opinión de Temboury, necesitamos un ente específico “para que gestione todo este dinero que viene de la UE”.
Juan Pablo Riesgo, socio de EY.
FALTA UN ORGANISMO CENTRALIZADOR
Miguel Temboury considera que lo que mejor funcionaría es una Agencia Independiente, un mecanismo específico excepcional que trabaje de forma más ágil con la llegada de estos Fondos Europeos.
Las Agencias Estatales tienen unos regímenes presupuestarios especiales que les permiten incorporar los remanentes de tesorería al ejercicio siguiente, lo que permite una gestión más autónoma y ágil en este tipo de situaciones. “En cualquier otro organismo del Estado, si no te lo has gastado, se anula ese presupuesto y se pierde” explica.
De esta forma, “no se perdería nada, al mismo tiempo que se permitiría una gobernanza específica, con todos los actores involucrados y una gestión más ágil”, apunta.
Este experto recuerda que la iniciativa de centralizar las actividades en una Agencia Independiente ya fue planteada por Pablo Casado a Pedro Sánchez en su día.
A juicio de este jurista hace falta una Agencia que, como mecanismo específico excepcional, como es la llegada de estos Fondos Europeos, trabaje de forma más ágil.
Coincide con la necesidad de crear una Agencia Independiente Nicolás González- Deleito, que considera que hubiera ayudado a centralizar las actividades e involucrar a todas las administraciones. “Hay que darse cuenta que el modelo que se ha seguido de licitaciones y subvenciones es complejo, tanto en su tramitación como en su adjudicación posterior”, añade.
Y es que, otra de las debilidades de la gestión de estos fondos son los trámites administrativos necesarios para la publicación de licitaciones de contratos y convocatorias de subvenciones.
Miguel Temboury, abogado del Estado en excedencia.
CAMBIO DE ORIENTACIÓN HACIA MÁS FLEXIBILIDAD
Desde el punto de vista de González- Deleito, es fundamental que exista una mejor colaboración entre estas administraciones y un cambio de orientación para una mayor flexibilidad en este tipo de gestiones.
“Por norma general el aparato administrativo va lento, a no ser que adopten otro tipo de medidas que agilicen su actividad, sin disminuir las garantías que eviten el mal uso de los fondos europeos y cualquier indicio de corrupción”, comenta el experto.
Este experto habla también de la dispersión que existe a nivel de varios organismos que gestionan estos temas, añadiendo más complejidad. “Nadie sabe cómo funcionan este tipo de entidades. Se trata de que los fondos se reparten y lleguen a los destinatarios”, reitera.
También apunta este problema Riesgo, quien considera que el mes que viene miles de empresas podrían estar percibiendo beneficios derivados de una instrumentación diferente de las medidas, en lugar de hacerlo a través de convocatorias de licitaciones y subvenciones, cuya tramitación puede dilatarse casi un año.
En su opinión, hay dos cuestiones a implementar, una de forma y otra de fondo.
En cuanto a la cuestión de forma, considera que es difícil ejecutar un Plan de país en el que están implicadas todas las administraciones públicas de forma unilateral”. Señala, que países como Italia, donde las reformas se pactaron con el Parlamento, estas se aprobaron de forma fácil.
En España, el 50% de las inversiones está programado que las ejecuten las CCAA, sin embargo, este experto apunta que estas entidades tuvieron poca participación en el Plan de Recuperación y Resiliencia planteado a la UE.
“Es otra ocasión de modificar nuestra forma de actuar”, subraya el experto. Aquí hay que gastar dinero, el problema es que el mecanismo de gestión de las subvenciones y licitaciones es poco ágil” concluye Temboury.
Nicolás González-Deleito, socio del área de Derecho Público de Cuatrecasas.
INCENTIVOS FISCALES
Al mismo tiempo, Riesgo es partidario de nuevos instrumentos para trasladar recursos públicos al tejido productivo, incentivos fiscales y deducciones o reducciones a las cotizaciones a la Seguridad Social. “Hacienda y Seguridad Social son las administraciones más digitalizadas, ya puedes llegar al tejido productivo inmediato”, afirma. “Los incentivos fiscales en un mes pueden estar operativos y generar beneficios”, explica.
Por otro lado, señala que una medida complementaria “sería incorporar el sistema financiero como canalizador de los fondos”. Así, pone de ejemplo a la PAC, que llega a cientos de miles de agricultores por un mecanismo ágil de gestión de fondos, a través del sistema financiero. “También podría ayudar a canalizar los fondos europeos”
También es partidario de promover incentivos fiscales Temboury.
González- Deleito también aclara que algunas de las empresas con las que colabora Cuatrecasa muestran su preocupación por la elevada documentación que se pide y la gestión lenta de estos asuntos. Apuntando, que “se complica más si estamos hablando de una iniciativa de agrupaciones de empresas”.
En cuanto a los PERTES, uno de los elementos claves de este programa de recuperación, nos aclara este experto “que no se conocen con claridad los criterios de adjudicación de estos programas, ni cuántos se van a poner en marcha”
A su parecer, era previsible el retraso existente en el reparto de los fondos públicos europeos.
Fuente: confilegal.com
